Los ricos por un lado, los pobres, obvio, por otro. Un solo conflicto y muchas propuestas pero pocas soluciones. Esto es lo que ocurrió con los predios Ledesma. Un conflicto ocurrido hace ya varios meses en el norte de nuestro país, cuando un gran grupo de personas pensaron y se dieron cuenta de que ya no podían vivir en las condiciones que lo estaban haciendo, no podían dejar a su hijos en la calle el día de mañana. Por eso un día, ya cansados de estar todos los días pidiendo que los ayuden, que les den una casa, lo más básico que cualquier persona debería tener, decidieron tomar los predios “enormes” de los ya denominados ricos y se instalaron allí. En ese momento, se dieron cuenta de que “pegando” de esa manera, les prestarían atención. Por el otro, lado llegaron los policías y lo primero que intentaron, claro, fue echarlos lo más rápido posible sin hacer ningún ruido, utilizando la fuerza armada, y en vez de encontrar una manera pacífica de desalojar los terrenos, como siempre, utilizaron la fuerza bruta, la cual provocó la muerte de cuatro personas incluyendo a un uniformado. Luego de estos incidentes y de que ya el tema está siendo discutido en todo el país, fue cuando empezó a aparecer, de la nada, gente “importante” la cual venía a discutir sobre las posibles soluciones que se podrían obtener. Pero como siempre en el país, las soluciones no se encuentran en la esquina de tu casa. Tuvieron que suceder todos los incidentes que ocurrieron para que se dieran cuenta de lo que realmente tenían que hacer. La última noticia recibida de este conflicto fue la promesa que hicieron de darles casas a los necesitados, lo cual se hizo efectivo en las últimas semanas.
Ahora, luego de todo lo sucedido con el predio, me pongo a pensar cuál es el límite, hasta que punto hay que llegar para que, los que deberían ocuparse de temas como éste y buscar una solución antes de que sucedan conflictos como el ya ocurrido, se preocupen para que no vuelvan a suceder. Como siempre todo termina con muertes inocentes, y luego de esto, como una fila, llegan recién ahí los que deberían estar desde el comienzo. Estos son los que siempre hablan sobre posibles soluciones a la pobreza, las cuales en su mayoría jamás son llevadas a cabo, porque “no hubo presupuesto” o mayormente porque solo se preocupan por tener un voto de confianza y con eso consiguen llenar sus propios bolsillos y arruinar el de los demás.
Mi propuesta sería hacer una comuna y darles terrenos y un subsidio en materiales a las familias que estén en necesidad de obtener una casa y que por sus condiciones precarias no puedan. De esta manera, de alguna forma, se bajaría el índice de pobreza poco a poco. Al terminar de escribir mi texto me entero de una gran noticia, la cual involucra a los Blaquier, los dueños de las tierras tomadas y del ingenio Ledesma, los cuales están involucrados en un hecho escalofriante ocurrido durante la dictadura militar hace ya más de treinta años en nuestro país conocida como “La noche del apagón”, acusados y sospechados de haber participado en la entrega de personas a los militares a cambio, entre otras cosas, de recibir estas tierras, las cuales años después son tomadas por gente necesitada. Y yo hoy me pregunto: ¿De quién son estas tierras realmente?
Por: Cinthia E. Bastoni
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